
A pesar de que en el entorno de especialistas sobre Arte Islámico siempre se ha rechazado la supuesta prohibición coránica de representar seres vivos, aún es muy común escuchar explicaciones que hacen uso hasta la saciedad de este gastado tópico en la interpretación del arte islámico.
El comentario tan extendido de que «los musulmanes tienen prohibida la representación de animales y figuras humanas» se escucha a diario en boca de muchos profesionales intérpretes de la Alhambra, como si de un axioma se tratase.
Con el fin de desechar esta controvertida idea, ofrecemos algunos ejemplos de manifestaciones artísticas que hablan por sí solas.

Miniatura realizada por un pintor anónimo musulmán del libro de Rashed al-Din: Jāmiʿ al-tawārīkh (s. XIV) o El libro de las crónicas, una historia del mundo conocido. Representa a Mahoma santificando y colocando la piedra negra fundacional del Santuario de la Kaaba en la Meca.