En época Omeya, en todos los niveles sociales se bebía vino. El monopolio del vino lo tenía Córdoba, en concreto,una bodega situada en la orilla opuesta a la Medina,en el barrio de Secunda, que daba buenos beneficios al Tesoro. El vino lo vendían tabernas legales clandestinas
Esta costumbre andalusí, profundamente arraigada en esta sociedad y a la vez prohibida estrictamente en la religión musulmana, escandalizaba a los religiosos, los cuales intentaban convencer a los sultanes de que debían reprimirla. Por consejo de ellos, el califa Alhakem II, hombre muy devoto, decidió arrancar todas las viñas de la vega cordobesa, pero no pudo hacerlo por las protestas no sólo del pueblo llano sino también de la aristocracia

En septiembre se celebraba la fiesta de la vendimia. En los pueblos y en el campo se organizaban romerías con canto y baile, a las que iban las mujeres vestidas con trajes llamativos. Sin embargo, en época de los almorávides y los almohades, los religiosos convencieron al pueblo llano de llevar una vida más piadosa, y sólo bebía vino la gente de la alta sociedad
Fuente:»Así vivieron en Al-Andalus». La historia ignorada. Jesús Greus